De acuerdo con el historiador Donato Amado Gonzales, la Plaza de Armas del Cusco se puede caracterizar como un sitio de significativa relevancia histórica y cultural. Situada en el corazón de Cusco, esta plaza desempeñó un papel fundamental como el antiguo punto de partida de la grandiosa civilización Inca.
En sus primeros días, la Plaza de Armas representaba uno de los puntos de concentración más cruciales, sirviendo como el epicentro político y económico para diversas civilizaciones antes de la llegada de los conquistadores españoles en 1534. Según las crónicas, la ciudad de Cusco ocupaba un valle de 60 kilómetros, con un lago denominado Morkill que, con el tiempo, se transformó en tres ríos.
Aunque la Plaza de Armas originalmente era vasta, la invasión española la devastó y dividió, dejando actualmente solo un tercio de su extensión original. Los relatos del Inca Garcilaso de la Vega también proporcionan información sobre los primeros fundadores de la ciudad de Cusco.
En la actualidad, la Plaza de Armas constituye el núcleo central del Cusco moderno, rodeado de restaurantes turísticos, joyerías, agencias de viaje y las iglesias católicas construidas durante la época colonial.
En resumen, la Plaza de Armas del Cusco emerge como un testimonio vivo de la rica historia peruana, desde el esplendor del imperio Inca hasta la época colonial y la modernidad actual. Este lugar invita a todos a sumergirse en el aprendizaje y aprecio de la historia y la cultura de esta región única.