Es el principal templo católico del Cusco, construido a lo largo de 132 años, contiene 11 capillas y 7 retablos. Aquí se conservan más de 300 lienzos del período Virreinal, mayormente de la Escuela Cusqueña de Pintura. Entre sus joyas se destacan: el retablo mayor del siglo XVIII, recubierto con láminas de plata repujada; el “Templete”, carroza recubierta con plata, en la que se saca en procesión la custodia catedralicia durante la fiesta de Corpus Christi; el monumental lienzo “Última Cena” del siglo XVIII; y el coro tallado de madera (CharlieQuispe.com)