MachuPicchu se llamaba Patallaqta, que deriva de los vocablos quechuas pata (escalón) y llaqta (pueblo, ciudad, provincia), aseguró la historiadora española Mari Carmen Martín Rubio, basándose en un texto ubicado en el capítulo XXXII de la Suma y narración de los incas, crónica de Juan de Betanzos.

Según el diario El País de España, Martin Rubio encontró en 1987 en la biblioteca Bartolomé March, de Palma de Mallorca, 82 capítulos de la Suma y narración de los incas, de Juan de Betanzos, escrita en 1551, de la que solo se conocían 18. Se trata de una crónica de la conquista desde el punto de vista de los incas encargada a este temprano traductor del quechua.

En dicho documento, se dice que el inca Pachacútec, forjador de la máxima expansión del imperio del Tahuantinsuyo, (también conocido como Pachacuti), habría pedido ser enterrado en “sus casas de Patallaqta”, en la ceja de selva.

Patallaqta sería, pues, Machupicchu, centro administrativo de un territorio muy fértil rodeado de andenes y escarpadas montañas. Según Maricarmen Martín, “el nombre de Machu Picchu significa ‘montaña vieja’. Sin embargo, en quechua, montaña se dice orqo. Picchu es un derivado de ‘pico’, en castellano. No es su nombre original”, puntualiza.

CIENTÍFICOS PERUANOS CONFIMAN HIPÓTESIS
El historiador peruano Federico Kaufmann Doig, que actualmente supervisa un libro documental sobre Machupicchu, ha corroborado la tesis de Martín Rubio, al considerar Patallaqta como el posible nombre original de la fortaleza. Luis Guillermo Lumbreras también reafirmó dicha tesis, al asegurar que en las ruinas de Machupicchu “existen bóvedas para un enterramiento importante”.